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Lucas Alonso Escritor

sábado, 30 de enero de 2016

Presentación de Laberinto en el Cerro Uritorco



Presentación de Historias de la Máquina de la Vida en el Cerro Uritorco


Presentación Flores del Planeta Amarillo en el Cerro Uritorco


Lo que uno puede escribir...





I

—Hola, ¿qué tal? Somos una fábrica de productos innecesarios. ¿Está interesado en nuestra línea de productos?
     —¿Por qué tendría que estar interesado, si son innecesarios?
     —Porque los puede usar para apoyar otra cosa que a usted le parezca necesaria; los puede mirar por un rato… o usarlos para ocupar espacio en su casa.
     —¿Son muy caros?
     —Están ajustados por inflación, pero se los podemos vender en diez cuotas… con un pequeño interés.
    —¡No quiero endeudarme! No me gusta tener deudas.
    —Pero usted, acaso, ¿está en contra del capitalismo?
    —En realidad, no tengo nada en contra de casi nadie…
    —Entonces, le recomiendo que compre nuestros productos.
    —Bueno, está bien, deme uno… ¿Le puedo leer algo que estoy preparando para el slam?
    —Sí, pero sea breve; tiene menos de tres minutos…
    —Bueno… empiezo…

II

Todos hablan de la ley de causa y efecto…

Si tirás una moneda mil veces, saldrá quinientas y quinientas.

¡Si la casualidad no existe!…

Yo me pregunto: ¿es la vida el eslabón de una infinita cadena?

III

Ya entendí que todos somos Uno,

pero mi vecino de al lado, no lo sabe y,

cuando yo hago la sagrada siesta de Brahma,

él golpea la pared de mi conciencia.

IV

Sí… vos sabés… que todo es matemática…

Que toda causa tiene su efecto y que sólo existe…

una causa primera.

¿Pensabas que… cuando se estropeara el traje espacial…

que lavás todos los días con jabón, dentífrico y detergente?

¿Ya no ibas a existir más…?


V

¿Qué no ibas a vivir los mejores sueños de tu vida?

Tal vez la flor del cantero de la esquina…

ahora sueña que es una hormiga…

Tal vez, un delfín… preso en Mundo Marino…

Especula a la velocidad de la luz y, por eso,

tiene un sueño muy vívido, en el qué es humano

y al fin, viaja en auto a Mar del Plata a visitar el casino mágico…


VI

¿Somos el observador del sueño o el observado?

¿Hasta dónde llegan los sueños de tu ilusión?

¿Hasta dónde los sueños de un inmenso Sol

que vive dentro de la Gran Galaxia?

¿Pensaste que, tal vez, “Alguien” nos está pensando…?

¿Y que, por eso, estamos acá… escribiendo…?

 Y que, gracias a algún político,

no sabemos bien… ni de dónde venimos ni a dónde vamos…


VII


He ahí el quid Demócrito griego y la cuestión del mágico dinero…

Pero sacando esos cheques pintados…

En una realidad más alta, donde sólo hay un ahora eterno…

Que no es programa de televisión…

¡Está todo bien todo el tiempo!

Y sólo hay que acordarse todo el tiempo,

que está… ¡todo bien!


VIII

Por último, antes de irme de tu negocio de cosas innecesarias,

te voy a decir un secreto:

cuando todos creen que entienden todo…

Tal vez, nadie entienda nada…

Pero, ¡Por favor! ¡Por favor!

No corras el riesgo de olvidarte…

De tus primordiales sueños… dentro de la Vía Láctea…

No te olvides de que el dinero se transformó en magia mala…

Y en que este barco, además de que somos de barro,

estamos de prestado…


IX

Si tirás una moneda mil veces…

Va a salir quinientas y quinientas.

¡Sólo hay una causa primera…!

¿Querés hacer la prueba?

Es pura matemática…

¡Abrí la caja! ¡Sacá una moneda!

¡Y préstame la lapicera…!

¡A la Matrix de este planeta!

¡Vamos a acariciar… un poquitito!