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Lucas Alonso Escritor

viernes, 24 de febrero de 2017

Poesía del sábado: Cuarta Dimensión & Fourth Dimension

Cuarta Dimensión


  

Una persona me dice una frase en la calle.
La puerta de un ascensor se abre a mi paso.
Alguien me saluda sin conocerme.
¿Qué está pasando?


¿Nado en un mar de tiempo e irrealidad?
Lo material se trasmuta en transparencia.
El futuro se me presenta cierto.
¿Qué está pasando?


Algo eléctrico se respira.
 Me zambullo en un deja-vú constante.
Nado en una armonía causal de movimiento.


¡La cuarta dimensión ha llegado!
Es el fin de la mentira.
Ya no habrá confusión.


Todos sabrán las intenciones de los que están a su lado,
sea bueno o malo, cuando alguien quiera algo, se sabrá.


Habremos aprendido que hay que creer para ver.
Veremos luces en los cielos.
Los viajeros de otros mundos vendrán a nuestro encuentro.
Nos visitan con alegría:
podemos verlos.



 Fourth Dimension





A person tells me a phrase on the street.
The door of an elevator opens to me.
Someone greets me without knowing me.
What's going on?

  
Swim in a sea of time and unreality?
The material is transmuted into transparency.
The future holds true.
What's going on?

  
Something electric breathes.
I dive into a constant deja-vu.
Swim in a causal harmony of movement.

  
The fourth dimension has arrived!
It is the end of the lie.
There will be no confusion anymore.


Everyone will know the intentions of those who are by his side,
Whether good or bad, when someone wants something, it will be known.
  

We will have learned that we must believe to see.
We will see lights in the skies.
Travelers from other worlds will come to meet us.
They visit us with joy:

We can see them.








jueves, 23 de febrero de 2017

Nota de Tom Lupo sobre el libro "Una Construcción Simétrica"

Ya pasó un tiempo, pero por ser un periodista tan trascendental para la historia del rock y la poesía argentina, acá dejo la nota que me hizo el gran Tom Lupo en el programa de radio Noche tras Noche por Radio Nacional:








viernes, 17 de febrero de 2017

Cuento del sánbado: Nombre clave: Pata de araña & Key name: spidder's leg

Nombre clave: Pata de Araña





Nos juntamos como de costumbre con Pata de Araña en Independencia y Avenida La Plata, en el bar Etéreo.
    Con las palabras clave en idioma español correspondientes a nuestra profesión, dije:
    —Me extraña, araña, que siendo mosca no me conozca y que siendo hormiga no me lo diga.
    A lo que Pata de araña respondió:
    —El domingo se casa Piringo.
   Nos miramos, nos fijamos que no hubiera intrusos en los alrededores y, mi compañero dijo:
    —En el barrio de Pompeya, quedan tangueros que, cuando se sienten acorralados, dicen: “Ma, qué sé yo, tenía una curda bárbara”.
    Lo miré sin decir nada. Concluí que era una artimaña muy inteligente la de mi compañero y de los tangueros.
    Esperé a que mi respuesta tuviera un efecto parecido, y refuté:
    —La clave del éxito está en tener actitud.
    —¿Actitud María Marta? —preguntó mi interlocutor.
    Enseguida noté que estaba usando una táctica de distracción muy buena, al dejarme en la duda si con “María Marta” se refería a una amiga suya, a la banda de música “Actitud María Marta”, o a la cantante argentina del mismo nombre.
    Ahora sabía que sus intenciones eran no llegar al punto de la cuestión para no darme la información que necesitaba. Me quedé pensando un momento. Pero Pata de Araña, con una táctica inspirada en un zoológico, y para no dejarme pensar, dijo:
    —Me parece que se te está escapando la tortuga.
    Lo miré y respondí:
    —Cuando todos creen que entienden todo, en realidad nadie entiende nada.
   Mi interlocutor sonrió y afirmó con agilidad:
    —Me río de Janeiro.
    —¡Basta! —respondí entonces de manera casi brusca. Continué:            
    —Si no vamos a hablar de nada, mejor va a ser que nos separemos.
    Los dos nos pusimos de pie casi al mismo tiempo. Miramos al mozo que, momentos antes, nos había servido dos caipiriñas que casi no tocamos, y que había prestado atención a nuestra conversación. Nos miró con cara de perplejidad y susto. Luego, con un gesto de su mano, dijo que nos fuéramos sin pagar.
    Así lo hicimos. Cuando nos juntábamos en Etéreo, Pata de Araña y yo, pocas veces nos cobran.
   Pensé en la posibilidad de que el mozo sospechara algo de la condición de Pata de Araña y mía, de que perteneciéramos a sendos servicios de inteligencia. Si sabría algo sobre mi compañero, que respondía a Brasilia o mí mismo, que respondía al Gobierno rioplatense.
    Vi alejarse a mi contacto.
    Sonreí por un momento. Pensé tres cosas: primero, que la vez siguiente hablaríamos en portugués, que esperaba que el servicio secreto brasileño realmente tuviera alguna información importante sobre intraterrestres de Erks. Por último, y con media sonrisa, que ésta era una de las ventajas de trabajar para los servicios secretos. Entre tantas conspiraciones de intraterrestres, duendes y demás, a uno no le cobran las caipiriñas en los bares.    


Key name: Spider's leg



We get together as usual with Spider's Paw in Independencia and Avenida La Plata, in the Ethereal bar.
    With the key words in Spanish corresponding to our profession, I said:
    —I am strange, spider, that being a fly does not know me and that being an ant do not tell me.
    To which Spider-Paw replied:
    —On Sunday, Piringo is married.
    We looked, we noticed that there were no intruders in the surroundings and, my companion said:
    —In the neighborhood of Pompeii, there are tangueros who, when they feel cornered, say: "Ma, I do not know, I had a barbarian Kurd."
    I looked at him without saying anything. I concluded that it was a very clever ruse of my companion and the tangueros.
    I waited for my response to have a similar effect, and I refuted:
    —The key to success lies in having attitude.
    —Attitude María Marta? —Asked my interlocutor.
    I immediately noticed that he was using a very good tactic of distraction, leaving me in doubt whether with "Marta Marta" he was referring to a friend of his, to the band "Actitud María Marta", or to the Argentine singer of the same name.
    Now he knew his intentions were not to get to the point of the question so as not to give me the information he needed. I thought for a moment. But Pata de Araña, with a tactic inspired by a zoo, and not to let me think, said:
    —It seems to me that you are escaping the turtle.
    I looked at him and said:
    —When everyone believes they understand everything, nobody really understands anything.
    My interlocutor smiled and said with agility:
    —I laugh in January.
    —Enough! —I responded almost abruptly. Continue:
    —If we're not going to talk about anything, we'd better split up.
    We both got up almost at the same time. We looked at the waiter who, moments before, had served us two caipirinhas that we hardly touched, and who had paid attention to our conversation. He looked at us with puzzled, frightened faces. Then, with a wave of his hand, he told us to leave without paying.
    So we did. When we got together in Ethereal, Spider's Paw and I rarely get charged.
    I thought about the possibility that the boy suspected something of the condition of Spider's Paw and mine, that we belonged to two intelligence services. If I knew something about my partner, who answered to Brasilia or myself, who responded to the Rioplatense government.
    I saw my contact go away.
    I smiled for a moment. I thought three things: first, that next time we would speak in Portuguese, that I hoped that the Brazilian secret service really had some important information about Erks's intraterrestrials. Finally, with a half smile, that this was one of the advantages of working for the secret services. Among so many conspiracies of intra-terrestrial, goblins and so on, one does not charge caipirinhas in bars.






lunes, 13 de febrero de 2017

The Man Pill, at any time, may appear...

sábado, 11 de febrero de 2017

El Hombre Pastilla, en cualquier momento, puede aparecer...

viernes, 10 de febrero de 2017

Cuento del sábado: Anturia

 Anturia








Esa noche, decidió descansar en la costa del lago. Llevaba algunos libros de historia de la comunidad y empezó con uno antiguo que decía:
    “Aprendimos a hacer nuestros instrumentos con la misma sustancia que nos provee de alimento: el agua. Comprendimos que un orden llevado al extremo produciría el peor caos imaginado y, por esa razón, establecimos, el orden del continuo cambio.”
    Sil recordó que este nuevo orden era resultado de haber logrado una armonía entre diferentes ritmos de la naturaleza y que ahora, como a ella le gustaba decir, la relatividad unida a la intuición era el hilo de plata que guiaba su mundo.
    Sabía que cuando sentía una tristeza o una alegría, era la naturaleza la que sentía. Pensó que ahora a raíz de esos cambios, las casas se  construían de forma circular para dejar libre todo lo que no estuviera constituido por sustancias concretas: las ideas y el mismo aire y que, para mantener el orden del continuo cambio, y alterar lo menos posible los sentidos, las casas se pintaban de los mismos tonos con que la naturaleza había pintado su mundo.   
    Cientos de azules diversos como en ningún otro mundo se preocupó por inventar, daban color a un mundo que, para un observador extra planetario, serian todos iguales.
    Estar sola y en silencio, en las costas del lago era uno de sus actividades. Así podía practicar el difícil arte de mantener el silencio, tanto de palabra como de pensamiento, y por eso, cierta gracia particular era parte suya.
    Esta forma de ser también la librara de la preocupación por las confusiones de palabra o de acto ya que muchas veces, el silencio hacía que todo quedara resuelto.
    Los animales de Anturia, al pueblo de Sil, los miraban con atenta curiosidad, observaban su hablar en los momentos justos,  sus alegrías, que, algunas veces, por medio de la risa, los elevaban hasta cierta sensata altura.
    Pero no quisiera crear una falsa idea: a cualquier habitante de este mundo, uno le encontraría cientos de defectos.
    En Anturia existía un dicho: “La música es mejor que cualquier silencio”. Cosa que contradecía sus principios de base. Esto sucedía porque no habían reparado que, por estar adaptados fuera del agua, tenían oídos acostumbrados a una atmósfera distinta.
    Sil conocía las estrellas principales, sabía que cada energía tiene su color, y que cada color tiene su sonido, algunas noches, con el espectrómetro musical de su novio Agmo, y con su conocimiento de la amabilidad de frecuencia, estudiaba las variaciones de luz y sonido.
    Anturia no contaba con naves espaciales. Sil sabía que algún día irían a visitar los cielos estelares. No había prisa por ello. Cuando fuese necesario, como una gran comunidad, emprenderían el largo viaje.
    Recorrió las páginas llenas de dibujos del antiguo libro y continuó leyendo: “Desde muy temprano, los sabios habían predicho que no eran los únicos que habitaban mundos. Ellos decían que en cada estrella debe de existir un mundo. Con respecto al color de su estrella, creían que, por estar tan cerca, no podían admirar su hermoso azul claro, sólo visible desde la lejanía, y cuando el tiempo dijera que el momento de viajar había llegado, los sabios afirmaron que uno de los motivos sería ver desde lejos, el bello color de su estrella.  
    Cerró el libro y se puso a observar los bosques que contrastaban con el firmamento nocturno.
    Eran obra de los jardineros y agricultores que, preocupados en no alterar el medio, a veces, provocaban un alboroto por un incendio o un árbol muerto. Pensó que los jardineros, como cualquiera en su mundo, creían en la existencia de una energía que todo lo une. Desde las moléculas de sus cuerpos hasta las estrellas con lo creado.
    “Mucho tiempo atrás, ellos y los agricultores intentaron comprender las intenciones de esta energía amorosa, y no tardaron mucho en saber que el reino de las plantas estaría feliz de ocupar todas las extensiones de Anturia.”
    Sil se recostó y sonrió ante esa idea.
    La superficie de su mundo montañoso cumplía aquel antiguo deseo, pues estaba cubierta de árboles y demás creaciones del reino vegetal.





   


lunes, 6 de febrero de 2017

''La Vida con un Duende'' Fotos y un enlace de envió a todo el mundo


















Tapa dura - Tamaño 14 cm x 20 cm - 188 pag.










viernes, 3 de febrero de 2017

Cuento del sábado: Horizonte

Horizonte



I

Hacía tiempo que no se sentaba.
    Junto a la glorieta con su capitel en rojo y piedra; rodeado del extenso parque con los pequeños árboles, ¡ahí estaba el banco que siempre miraba camino al trabajo! Era un momento perfecto, a no ser que cómo veces anteriores, sentía que ¡fuerzas de la oscuridad lo acechaban…! ‘’Eso es porque soy despierto y creativo. ¡Quieren usar mí creatividad para cosas obscenas!”, se decía un Martín tranquilo, pues sabía que las fuerzas de la Luz retenían a las primeras.
   
II

Esa mañana se sentó a observar a un cielo turquesa, casi sin nubes.
    Tomaba mate y miraba las nubes. Todo el día igual. Solo miraba el cielo. A veces se desintegraban en ese cielo de enero, otras chocaban o formaban un elefante blanco.
    Él lo festejaba con un cambio de yerba.   

    Con el pasar de las horas, el cenit cambió a un rosado. Pero lo interesante de ese día de franco laboral, fue que en el mirar de ese horizonte, un solo y largo pensamiento meditativo cubrió su mente: “Las nubes parecen continentes de un lejano planeta. De oxigeno o metano, naranjas o violetas, se mueven en los cielos turquesas. Que importante es tener una buena excusa para sentarse a mirar el cielo, en épocas, en las que hay que pedir permiso hasta para respirar”.




jueves, 2 de febrero de 2017

Esto sucedió en Circuito Cerrado, de Poesía Estéreo ayer con la gran Mariana Méndez Punto Net. Una grosa. ¡Aguante las del palo! Por ahora subtitulado al español.