Diálogo de un sistema de esclavitud con el ser
La nada lo cubría todo. El
escenario se abrió, dejó apenas iluminados a los dos personajes que miraban a
la audiencia, y una oscuridad profunda se extendió sobre el auditorio.
El primero de los dos personajes, era un
payaso, hasta se lo podría ver como el rey de los payasos. Respondía al nombre
de Gog y aclaró que pedía disculpas por su hermano que no había llegado para
acompañarlo. El segundo, iluminado de forma tan pobre como el primero, era un
campesino que, por sus simples ropas, se lo podría situar en el siglo XV, el
XVIII o el XX. Si de un país se tratase, podría haber sido Rusia, Francia,
Estados Unidos o, incluso alguno de Asia.
El payaso, con su brillante ropaje y bien
erguido, increpó al vecino con un dedo índice que se escondía en un guante:
—Somos la policía, y si te portás mal, te
encerramos en este edificio.
El campesino no tardó en responder:
—Nacemos libres y el único contrato que
tenemos es con nuestra madre, la Tierra.
—Nosotros somos los jueces y la justicia.
Si no cumplís con nuestra ley te juzgamos en este otro edificio y luego te
encerramos —arremetió entonces el payaso.
El campesino siguió
respondiendo:
—Sólo conozco dos leyes. La Ley de la
Creación y la de Dios. Nada escapa a ellas. La casualidad es Ley no conocida.
—Nosotros somos el sistema político. Si no
pagás tus impuestos, te llevamos a que te juzguen y luego te encierren.
—Como hijos de nuestra madre Tierra,
tenemos derecho a hacer uso gratuito de ella y de sus frutos.
—Nosotros somos tus profesores. No olvides
que “el tiempo es dinero”. Si no estudiás y adquirís un título universitario,
no vas a tener con qué pagar tus impuestos. Entonces, te van a juzgar y, luego,
te van a encerrar.
—La Ley primera es la Ley de la Creación,
y dice: “Debes adquirir todo conocimiento posible para entender mejor la
Creación y su Ley” —respondió el
campesino.
El
público empezaba a ponerse a favor del campesino.
El payaso miró, nervioso, primero a su
contrincante y luego, a un público ya condenatorio:
—Es el mejor sistema de organización que
pueda existir —dijo.
—Existen infinitos sistemas de
organización, tantos como ideas puedan imaginarse
—respondió el campesino.
Entonces, el payaso replicó:
—¡Es el mejor de los mundos posibles!
—Existen infinitos mundos, algunos de
perfección y belleza tales, que sólo
a través de la gloria y la alegría pueden imaginarse —dijo el campesino, acompañado por murmullos.
—Es
el único mundo con vida hasta ahora conocido. Pero lo más importante es que se
trata de un sistema de libertad —respondió, entonces, el hombre vestido de
payaso y, mientras lo decía, levantaba los brazos en un intento de ganar a un
público tal vez ya perdido.
—Como el Universo es un ser vivo, la vida
es el fin mismo de la Creación. No existe libertad verdadera mientras haya un
sistema basado en el control —terminó el campesino, tapado por aplausos y ovaciones de alegría.
Entre el público, se escuchó a alguien que
señaló al payaso y dijo:
—¡El rey está desnudo!
Esto último pareció confirmar que el
personaje primero era, sin duda, el rey.
Dialogue of a System of Slavery
Nothingness covered everything. The stage opened, the two characters
staring at the audience barely illuminated, and a deep darkness spread over the
audience.
The first of the two
characters, was a clown, and could even be seen as the king of the clowns. He
answered to the name of Gog and made it clear that he apologized for his
brother who had not arrived to accompany him. The second, illuminated as poorly
as the first, was a peasant who, by his plain clothes, could be set in the
fifteenth, eighteenth or twentieth century. If it were a country, it could have
been Russia, France, the United States or even any country from Asia.
The clown, in his bright
clothes and well erected, reproached the neighbor with an index finger hidden
in a glove:
—We're the police, and if you
misbehave, we'll lock you inside this building.
The peasant was quick to
reply:
—We are born free and the only
contract we have is with our mother, Earth.
—We are the judges and the
justice. If you do not comply with our law we will judge you in this other
building and then we'll lock you in —the clown attacked.
The peasant
continued to respond:
—I only know two laws. The Law
of Creation and the Law of God. Nothing escapes them. Chance is a not known
law.
—We are the political system.
If you do not pay your taxes, we will get you to be judged and then be locked
up.
—As children of our Mother
Earth, we have the right to make free use of it and its fruits.
—We are your teachers. Do not
forget that "time is money". If you do not study and earn a college
degree, you will have nothing to pay your taxes. Then you will be judged and
then you will be locked up.
—The first Law is the Law of
Creation, and reads as follows: "You must acquire all possible knowledge
to better understand the Creation and its Law" —replied the peasant.
The audience was beginning to
favor the peasant.
The clown looked, nervous,
first to his opponent and then, to an already condemning audience:
—It is the best system of
organization that can exist — he said.
There are infinite systems of
organization, as many as ideas can be imagined —replied the peasant.
Then the clown answered:
—It is the best of all
possible worlds!
—There are infinite worlds,
some of such perfection and beauty, that only through glory and joy can be
imagined —said the peasant, accompanied by murmurs.
—It is the only
world with life known until now. But the most important thing is that it is a
system of liberty —the man dressed as a clown answered and, as he said it, he
raised his arms in an attempt to win over a public already lost.
—As the Universe is a living
being, life is the very end of Creation. There is no real freedom as long as
there is a system based on control — finished the peasant, covered by applause
and cheers of joy.
Among the audience, someone
was heard who pointed to the clown and said:
—The king is naked!
The last thing seemed to
confirm that the first character was undoubtedly the king.
Traducción: Delfina de la Torre