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Lucas Alonso Escritor

viernes, 9 de marzo de 2018

Cuento del sábado: Nubes Nocturnas


Nubes nocturnas





Algunas noches, extrañas nubes surcan los cielos. Según la ciencia, son el producto de la atracción lunar en la atmósfera. Aparte de ésta primera, para que aparezcan se deben dar otras dos condiciones: poca humedad y una temperatura de unos quince grados.
Los lugares ideales para observarlas son las zonas de montaña.   
Como resultado de la baja humedad y, gracias a la baja fricción del aire, estas nubes siempre están en movimiento. Sus formas son, por lo general, alargadas.
Por su poca frecuencia, si alguna vez se tiene la oportunidad de verlas, se recomienda: una mochila, abrigo, sentarse cómodo y admirarlas durante largo rato de modo cuidadoso.
No mucha gente sabe que hay seres que gustan de ellas.
Algunos de sus habitantes conocidos y de más fácil observación, son las aves y los murciélagos. Los difíciles son los silfos gigantes.
Como sábanas trasparentes surcan los aires y la dificultad al encontrar los silfos gigantes es recompensada al verlos volar en grandes grupos.
No se sorprenda de observar algún objeto metálico que refleja luces azules rojas y verdes. Ellos, los navieros de otros mundos, son los que crean este tipo de nubes.