¡Me lo supuse! Soy una de las pocas personas a las
que les interesa nuestra bella lengua. Español rioplatense. Qué riqueza. Cómo
la estamos dilapidando, empobreciendo.
¿Total, para qué sirve? ¿Qué importa?
Si nuestro cerebro, el sector donde nace y llega el idioma, las palabras, está
extranjerizado, ¿qué importa? Ya hace rato que tenemos shoppings, que hay
cosas cool, y ahora padecemos... hold out ¿Cómo les suena
eso?
Bah, da lo mismo si pongo el acento o no. Si va con c o con s o con z...
No tiene importancia. Total, podemos expresarnos con gestos, con
"¡Ugh!", con "¡Yeah!", con "boludo/a"... No hace
falta más.
Tampoco hace falta que nos miremos y nos escuchemos. Si no, ¿para qué están los
teléfonos celulares?
"Palabra" es
una palabra... lo juro. O sea, palabra de honor.
Claro, también son palabras éstas que estoy usando ahora, y "es", y "lo", y "juro"...
¡Hasta "etcétera" es una palabra!
Claro, también son palabras éstas que estoy usando ahora, y "es", y "lo", y "juro"...
¡Hasta "etcétera" es una palabra!
Cuándo salió corriendo
a buscar a Quién.
"¿Dónde, dónde
está?", gemía.
¿Quién?
¡Quién!
¿Se perdió?
¿Cómo?
¡Cómo, cómo!
¡Y... qué sé yo!
¿Dónde estará?
Y... en el momento.
¿Cuando dicen: "el
momento donde"?
Bueno:
ahí está.
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