Confianza
y Seguridad
El tren público y gratuito bajó la velocidad y se
detuvo en la franja amarilla. Ulises se dirigió hacia una computadora
desocupada, pasó el chip por la ranura y la máquina le entregó un ticket de
viajero, con el que se sorteaba una estadía en las antiquísimas bases
extraterrestres, ahora recuperadas, del lado oculto de la Luna. Luego fue en
busca de una azafata que pudiera guiarlo en su trayecto a pie hasta la
astronave.
Con los
cambios culturales de las últimas décadas y con una abundancia como nunca antes,
se hubiera imaginado. La gente se había vuelto cada vez más minimalista y esa
sencillez había llegado a sus ropas. Entre la multitud de la Terminal de San
Carlos, se veían los típicos vestidos de cáñamo, de colores muy claros que casi
todos usaban, también se destacaban, los ciudadanos que por el día de hoy,
habían optado ser “confianza y ayuda” y que eran el equivalente a la seguridad
de otras épocas.
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